miércoles, 9 de septiembre de 2009
1★Capitulo
Cuando sonó el timbre, Stefani salió de clase con sus amigas. Era la hora de comer y tenían clase por la tarde. Stefani y sus amigas buscaron una mesa donde comer.
- Voy a por la comida del catering - dijo Stefani a sus amigas mientras ellas sacaban su comida de la mochila.
- Vale, nosotras ya nos hemos traído comida de casa – dijo sonriendo Ahinoa, su mejor amiga.
Stefani se fue alejando de sus amigas y llegó a la cocina. Se situó en la larga cola de estudiantes esperando su turno, cuando le tocó, la cocinera volcó una gran cantidad de pudding con gesto amargo.
- Aquí tienes – dijo la cocinera con un tono grave.
- Gracias – dijo Stefani mientras observaba con una mueca de disgusto su comida.
Fue andando hacia la mesa pensativa donde estaban sus amigas. De repente chocó contra un chico y por poco se le caía la bandeja y con ella, la comida.
- Perdón – dijo el chico con un tono amable y con una mirada misteriosa.
- No pasa nada – dijo tímidamente Stefani con una pequeña sonrisa. Aquel chico era moreno de ojos azules.
Es guapísimo, pensaba Stefani mientras sus ojos verdes seguían clavados en los de él.
- ¿Cómo te llamas? – preguntó el chico con curiosidad.
- Stefani, ¿y tú? –
- Yo Blake, encantado –
-En-encantada – balbuceó Stefani.- ¿y eres nuevo? Porque creo no haberte visto – pregunto con curiosidad.
- Si, y todavía no me he presentado en clase – dijo riéndose Blake.
- Oh vaya y ¿en qué curso estas?
- 3•A de la E.S.O, he repetido curso el año pasado.
- ¿sí?, yo también estoy en el mismo curso que tu e iremos a la misma clase – dijo contenta Stefani intentando disimular la alegría que expresaba su tono.
- Bueno, nos vemos luego en clase – dijo al fin Blake despidiéndose.
- Hasta luego –
Stefani estaba con la mente en las nubes y con los ojos en forma de corazón cuando llego a su mesa.
- ¿Qué te pasa Stefani? – pregunto Ahinoa mientras comía un bocado.
- Acabo de conocer a un chico guapísimo que se llama Blake y va a ir a nuestra clase –
-¿Sí?, que bien Stefani –
Stefani se sentó y empezó a comer el pudding que tanto detestaba…
RiinGG!!, sonó este estruendo ruido. Era la sirena del instituto.
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